Voy a pronunciar «amor»,

por si luego no puedo, por si luego

una ceniza se me atraganta,

por si luego

la lengua se me llena de espinas

y se me parte en demonios.

Voy a pronunciar «vida»,

muchas veces, por si luego no puedo,

por si luego el corazón se me estriñe y los días

me pasan por encima como losas de marfil

o la memoria se me pierde en un instante

que no pudo ser el verdadero.

Voy a pronunciar «siempre»,

aun sabiendo que no llegara el día,

por si luego no puedo, por si luego

no es luego sino nunca,

por si luego

todo lo que quede de mí sea una mentira

tendida a la intemperie.

Voy a pronunciar «ven conmigo»,

en voz alta, muchas veces,

por si luego no puedo encontrar una llamada

que escuchar desde tus labios.

Y voy a pronunciar «lágrima»,

por si luego no sé, por si luego

la lluvia de sal me inunda

y sigo sin saber nada

de todo lo que dices que sé.

Poema doble del lago edem

…Quiero llorar porque me da la gana
como lloran los niños del último banco,
porque yo no soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja,
pero sí un pulso herido que sonda las cosas del otro lado.

Quiero llorar diciendo mi nombre,
rosa, niño y abeto a la orilla de este lago,
para decir mi verdad de hombre de sangre
matando en mí la burla y la sugestión del vocablo…

(Federico García Lorca, Poeta en Nueva York)