El invierno ha sido un futuro sin fondo
y el verano un salto en el vacío
hacia la luz de este espejismo
de arena
de querer ser primavera
y, sin embargo,
vivir otoño.
De tiempo prestado en el andén
y billetes rotos
están mis estaciones llenas.
Tan cierto es
que siempre está por venirnos un tren,
como que nadie sabe
a donde nos lleva.
Deja una respuesta