No está terminado este poema,
los voy gestando lentamente,
vivo despacio si nadie me empuja,
ando distraído por las orillas del camino.
Voy y vengo varias veces, hago zigzag
en el trayecto y, posiblemente,
parezco no querer llegar cuando acometo
un nuevo recodo invisible, otra esquina
del siguiente rodeo, la próxima parada.
Este poema no está terminado.
Aún tienen que llegarle otros versos
que ya palpitan esperando
nuevamente tus ojos, otro encuentro,
desiertos nocturnos, palabras de tus labios,
renglones en los que puedas quedarte
y tu turno de palabra.
Tiempo largo
Me estoy enamorando. Todavía
me estoy enamorando. Ya lo sabes,
soy muy lento, la prisa no me gusta,
no es buena consejera: cuando quiero
una cosa, la miro, y, si es valiosa,
me acerco muy despacio, nunca escojo
el camino más fácil. Llegar antes
no sirve para nada, lo que quiero
es llegar para quedarme, llegar,
llegar sin contratiempo. Ya lo sabes,
todavía me estoy enamorando:
más lejos llegaré cuanto más tiempo
gaste en llegar, porque el tiempo gastado
ahora no será tiempo perdido.@(José Carlos Rosales, Poemas a Milena, 2010)
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