Ya pensaba en ti cuando me he despertado y el sueño apenas me dura un parpadeo. Perduras en el pensamiento sin apenas tomarte descanso, quizás sea eso lo que perturba tu sueño.
El espejo me devuelve desde el pijama, envuelta en esa luz potente que me deslumbra, una ausencia permanente. Abro los ojos y me miro, pero no te veo. Desapareces por arte de una magia inexplicable que no puedo controlar por más que me repito una y otra vez todos los versos que se me ocurren.
Y, sin embargo, me siento alegre. Algo por dentro me dice que, cuando ya no te veo, cuando se desvanece el humo del pensamiento que te trae a mí, es porque espero verte. Curiosa alternancia esta, la del sueño y la vida. Curiosa asincronía de presencias intangibles y ausencias espesas. Curiosas las palabras cuando nos escriben con buena letra.
Diálogos al borde de la cama
Carmín y gorrión
Tus labios en madrugada.
Despertar?
No vale la pena. Aún está tu presencia
Aunque ya no estés.
No hay conciencia, no hay fe
Abstrusas construcciones mentales
Defensas preconstituidas
Para defender el pobre cuerpo
De la nada eterna.
Cuánto por una palabra?
Y por una frase?
Cuánto darías por escucharme
Diciendo lo que siempre quisiste escuchar?
Y yo que nada cobro, que nada pago,
Que nada digo por nada.
Elevarme, de la corrupción del cuerpo
Del veneno de la mente
Que se mete en la sangre
Como una abyecta serpiente
Que se alimenta de mi plasma.
Escaparme, de mí mismo
Alejarme, del propio tormento interior
De no dejar de nacer para morir mil veces.
Escucha bien lo que te digo
Si, tú el que me mira desde el espejo
Con barba crecida y ojos de sueño.
Sé consciente de que no eres nada
Que nada sabes
Que de todo dudas.
Anda, ve, ponte bueno
Que no se te note la ignorancia
No sea que se den cuenta
Y te despeñen desde la cima de sus conciencias.
Vamos pues, arranca de una vez por todas
Ponte la máscara de costumbre
Que los otros actores ya están en su sitio.
El proscenio es el mismo
Elegirás saltar sin red una vez más?
Orate inocente, ingenuo sofista
Escribiste un guion algo complejo
Y no sabías de escribir…(Jorge Medina)