Déjame mirarte a los ojos, que descanse un momento en su nieve, que me arme de valor de nuevo. Déjame cortarme con su acero, traspasar el horizonte de su brillo, empaparme con su humedad.
No quiero asustarte, tan sólo atrapar el instante, sobrevivir al silencio incesante de las palabras, intentar un malabarismo y mirarte como si no nos conociéramos de nada.
Quiero saber cómo estoy, déjame mirarte a los ojos, cuenta hasta tres, parpadea vigorosamente para ahuyentarme las mentiras, apriétalos como cuando duele y entórnalos después en una playa, suavemente, méceme entre las olas, rescátame de los naufragios, mírame.
Y déjame mirarte aquellos primeros ojos, los últimos, los que nunca he visto, los que tienen sed, los risueños. No te haré perder mucho tiempo, descuida, una noche, una semana, un abril, una vida será suficiente, aprendo rápido.
Mayo
Déjame mirarte a los ojos.
Quiero saber cómo estás.
Rainer W. FassbinderMira, ha entrado mayo,
Ha extendido su párpado azul sobre el puerto.
Ven, hace tiempo que no sé de ti,
Se te ve tembloroso, como esos gatitos que ahogamos siendo niños.
Ven, y hablaremos de las cosas de siempre,
Del valor que tiene ser amable,
De la necesidad de arreglárselas con las dudas,
De cómo llenar los huecos que tenemos dentro.
Ven, siente en tu rostro la mañana,
Cuando estamos tristes, todo nos parece oscuro;
Cuando estamos fuertes, el mundo se desmigaja.
Cada uno de nosotros guarda algo desconocido de las vidas ajenas,
Sea un secreto, un error o un gesto.
Ven y pondremos verdes a los vencedores,
Saltaremos desde el puente riéndonos de nosotros mismos.
Contemplaremos en silencio las grúas del puerto,
Porque estar juntos en silencio es
La mejor prueba de la amistad.
Vente conmigo, quiero cambiar de país,
Dejar este cuerpo mío a un lado
Y meterme contigo en una concha,
Con nuestra pequeñez, como los bígaros.
Ven, te espero,
Continuaremos la historia interrumpida hace un año,
Como si no tuvieran un círculo más
los abedules blancos de la rivera.(Kirmen Uribe)