Uno conversa con el viento tantas veces que parece no existir otra cosa que viento. Viento son las palabras que decimos, las que nos dicen. Viento son los besos, aire que cambia de recipiente y de pecho.

De viento están hechos los sueños que nos arrastran, los fantasmas que arrastramos, las ausencias, los deseos. Las preguntas van al viento y en el viento, amigo, en el viento están flotando las respuestas.

Electrónico viento que empuja velas cuadradas el que nos trajo aquí. Sóplame para alterar esta memoria de peces en el acuario y volvamos a cantar la misma canción que un día cantamos.